El tema carros y caballos parece ser un tabú para nuestros gobernantes.
Desde el ex intendente Juez, hasta la fecha, nadie prestó atención al tema.
Córdoba, ciudad y su Municipalidad, nos ofrece como alternativa de servicio, un caballo y carros.
Por el contrario, se minimiza el problema.
A la vez, se incrementaron los basurales a cielo abierto, existiendo brotes de infecciones, como el dengue.
La muerte de muchos caballos que tiran carros, no es un problema menor.
Las enfermedades que contraen los caballos, pueden contagiar a las personas.
Una de ellas, la tiña, se identifica por grandes zonas redondas con costras sin pelo.
Es altamente contagiosa a los humanos.
Otras enfermedades, son transmitidas por sus heces u orina.
En zonas urbano-marginales, cuando los caballos van muriendo, son arrojados y abandonados a la buena de Dios.
Personalmente, he fotografiado y documentado, lo que pasa en los últimos días de un caballo que tira un carro.
En cierta ocasión, viví en un inmueble con un patio muy grande, donde abundaba el pasto.
Cerca hay una villa comunidad, y por un período di albergue a una yegua.
Después de unos días, no la vi más.
Hablé con sus dueños y me dijeron, que un integrante de la familia, la había cargado con mucha chatarra, lo cual le rozaba su cuerpo, y contrajo gangrena, muriendo después.
Lo más fuerte, para mí, fue, que al mirar frente a su casa en la villa había un gran montículo negro y unas orejitas paradas.
¡Era la yegua muerta!
¡Le habían prendido fuego al cuerpo, porque con los días tomaba olor!
Los caballos de los cartoneros, tampoco reciben atención sanitaria de ningún tipo.
Pido a nuestros gobernantes, a nuestro Municipio, camiones con contenedores, para llevar la poda, escombros, mampostería domiciliarias.
Sugiero, incluir a los cartoneros, en programas educativos para el trato con los caballos, y para acceder a programas inclusivos en el reciclado y el manejo de las moto cargas.
Grupos Proteccionistas Independientes y Organizaciones en Defensa de los Derechos de los Animales, están buscando una solución al problema.
Aún falta conciencia en la clase política.
Desde el ex intendente Juez, hasta la fecha, nadie prestó atención al tema.
Córdoba, ciudad y su Municipalidad, nos ofrece como alternativa de servicio, un caballo y carros.
Por el contrario, se minimiza el problema.
A la vez, se incrementaron los basurales a cielo abierto, existiendo brotes de infecciones, como el dengue.
La muerte de muchos caballos que tiran carros, no es un problema menor.
Las enfermedades que contraen los caballos, pueden contagiar a las personas.
Una de ellas, la tiña, se identifica por grandes zonas redondas con costras sin pelo.
Es altamente contagiosa a los humanos.
Otras enfermedades, son transmitidas por sus heces u orina.
En zonas urbano-marginales, cuando los caballos van muriendo, son arrojados y abandonados a la buena de Dios.
Personalmente, he fotografiado y documentado, lo que pasa en los últimos días de un caballo que tira un carro.
En cierta ocasión, viví en un inmueble con un patio muy grande, donde abundaba el pasto.
Cerca hay una villa comunidad, y por un período di albergue a una yegua.
Después de unos días, no la vi más.
Hablé con sus dueños y me dijeron, que un integrante de la familia, la había cargado con mucha chatarra, lo cual le rozaba su cuerpo, y contrajo gangrena, muriendo después.
Lo más fuerte, para mí, fue, que al mirar frente a su casa en la villa había un gran montículo negro y unas orejitas paradas.
¡Era la yegua muerta!
¡Le habían prendido fuego al cuerpo, porque con los días tomaba olor!
Los caballos de los cartoneros, tampoco reciben atención sanitaria de ningún tipo.
Pido a nuestros gobernantes, a nuestro Municipio, camiones con contenedores, para llevar la poda, escombros, mampostería domiciliarias.
Sugiero, incluir a los cartoneros, en programas educativos para el trato con los caballos, y para acceder a programas inclusivos en el reciclado y el manejo de las moto cargas.
Grupos Proteccionistas Independientes y Organizaciones en Defensa de los Derechos de los Animales, están buscando una solución al problema.
Aún falta conciencia en la clase política.
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